Elio Antonio

Biografía
Antonio nació en la ciudad de Lebrija, en 1441, según se desprende en su dedicatoria del Vocabulario de Romance en Latín, en que hace balance de su vida, de los años que pasó en un lugar u en otros y la edad que tenía en ese momento. Sus padres fueron Juan Martínez de Cala y Catalina de Jarana, ambos de familias arraigadas en su villa natal. Los Cala y quizás también los Jarana, provenían de los primeros pobladores de Lebrija y se hallaban establecidos en el lugar desde el repartimiento que siguió a la conquista bajo Alfonso X.
Varios Cala y Jarana desempeñaron cargos de responsabilidad en la villa: como alcaldes, alguaciles, mayordomos etc. Entre ellos se encuentra un Juan Martínez de Cala, alcalde en 1481, hermano de Elio Antonio, que moriría ocho años después en el cerco de Baza. Anteriormente a 1451 figuran otros Cala ocupando cargos en el Concejo de Lebrija como Estaban Martínez de Cala, escribano que sería tío de Elio Antonio. Puede afirmarse que los Cala y los Jarana pertenecían, sin duda a lo que solía llamarse “gente principal de un sitio”, tenían casas en la villa de Lebrija y propiedades en el campo. Dos Cala hermanos del abuelo de Elio Antonio fueron canónigos racioneros de la catedral de Sevilla.
Dado su interés y precocidad cuando contaba catorce años, su familia decide darle estudios y le envían a Salamanca, única Universidad castellana y centro de irradiación de la cultura nacional y de prestigio europeo. Pasó cinco años en Salamanca, oyendo matemáticas, filosofía natural -o ciencias- y filosofía moral, cita los nombres de sus maestros, Apolonio, Pascual Aranda y Pedro de Osma.
En el mismo prólogo del Vocabulario de Romance en Latín, declara Antonio que fue a Italia “en edad de diez y nueve años”, según lo cual Antonio debió encaminarse a Italia en el año 1463. Ingresó en el Colegio de San Clemente de los Españoles de Bolonia el dos de marzo de 1465, como becario de la diócesis de Córdoba y “teólogo” según la documentación del Colegio. En esos años se le menciona por diversos conceptos, siempre bajo el nombre de “Antonius de Lebrixa” y de ordinario con el apelativo de teólogo. Pero en 1468 se llama vir doctisimus in arte humanitatis y asoma por primera vez la vena laica del futuro gramático.

Pronto Antonio Martínez, que hasta aquí era como se le conocía, fue reconocido por sus cualidades, y sus compañeros lo eligen rector del Colegio, lo que hoy podría ser delegado de curso. Allí se interesó por todas las materias: Humanidades, Ciencias, Hebreo, Jurisprudencia, Medicina, Teología, Geografía, Astrología… según constan en las memorias del Colegio.
En Bolonia tomaría una decisión que más tarde explicaría en sus Introducciones Latinas, de la siguiente forma: “Como en Lebrixa y en toda su comarca se encuentran muchas lápidas romanas, en que aparecen los nombres de Elios y Elianos, me he permitido anteponer ese nombre al de pila, como descendiente de familia romana muy conocida en toda Andalucía, y de los que salieron emperadores tan gloriosos como Elio Trajano y Elio Adriano, que puede decirse que fueron coetáneos míos. Pero no de mi familia, me dirán sino romanos de hace mil quinientos años. A esto les respondo, que si no soy pariente de ellos por naturaleza, lo soy por adopción.”
A España llegan noticias suyas que lo sitúan por encima de sus contemporáneos. El arzobispo de Sevilla don Alonso de Fonseca, le escribe a Bolonia, rogándole que volviese a Sevilla para hacerse cargo de la educación de su sobrino Juan Rodríguez de Fonseca, que andando el tiempo llegaría a ser obispo de Badajoz, Córdoba, Palencia y Burgos.
Ante la invitación vuelve a España el 1470, ya como educador, como maestro. Tres años estuvo en Sevilla impartiendo clases en la Capilla de la Granada, situada en el Patio de los Naranjos. Así comenzaría su andadura como maestro. Tras la muerte del arzobispo Fonseca, en 1473, Antonio no se siente a gusto en Sevilla. Decide encaminarse a tierras más fértiles en el saber. Decide tomar nuevamente rumbo a Salamanca. Allí arrendó una casa en la Rua Nueva, hoy calle de Libreros.
No estamos seguros de la fecha en que Elio Antonio contrajo matrimonio, probablemente entorno al año 1469. De su mujer apenas existen referencias, ni descripciones físicas ni espirituales. Fue Isabel de Solís Maldonado, dama noble de Salamanca, nieta del hidalgo caballero salmantino Sancho Montesinos de Solís. Los hijos de este matrimonio fueron seis varones y una hembra, todos ellos nacieron en Salamanca, por lo que nacieron antes de 1487, cuando Elio Antonio se traslada a Zalamea de la Serena. Entre los hijos ilegítimos que se le atribuyen, cuyo número es incierto, pero que no fueron pocos, el más conocido es el que engendró con la lugareña salmantina María de Torres, llamado Antonio de Nebrija, que murió en el cerco de Granada.

Llevaba un ritmo de trabajo frenético, aun así no llegaba a donde quería por falta de tiempo, que era la terminación de los trabajos creativos que tenía entre manos y que no terminaban de ver la luz. Pero va recogiendo los frutos de la labor emprendida y se siente al mismo tiempo orgulloso: sus Introducciones Latinas y su Diccionario Español-latino han sido todo un éxito en la misma Universidad, y se hacen ediciones constantes
Juan de Zúñiga, Maestre de la Orden de Alcántara, viendo la precariedad económica de Antonio y su familia le invita a que se traslade a Zalamea de la Serena en 1487. Allí tendrá ocio y sosiego para continuar sus proyectos. Antonio marcha a Zalamea. Juan de Zúñiga reunirá en su corte un abigarrado grupo de hombres insignes dedicados al estudio. Los años que Elio Antonio vivió en este lugar fueron los más productivos de su vasta obra.
Tras la muerte del Maestre, tras diez y siete años a su lado, Antonio vuelve otra vez a Salamanca. En la Universidad sigue siendo tan incomprendido, o más bien se sigue practicando el deporte nacional, que es la envidia, y es prácticamente ultrajado cuando oposita a la cátedra de gramática, cuyo libro de texto eran sus Introducciones Latinas. El enfado del gramático fue mayúsculo y pronunció aquellas frases: “Ni vivo ni muerto pisaré esta Universidad tan ingrata”.
Acude a la llamada del cardenal Cisneros, y se traslada a Alcalá de Henares donde el cardenal acaba de fundar la Universidad Complutense, y está preparando la Biblia Políglota Complutense. Antonio interviene en la parte latina de la gran obra del cardenal, pero por diferencias sobre el texto latino Elio Antonio se retira del proyecto. No obstante a nuestro gramático se le debe la tipografía griega de la obra, y los tacos de la imprenta para la impresión.
Elio Antonio de Nebrija, morirá en Alcalá de Henares el 2 de julio de 1522
Curiosidades
Ocupación
Humanista
Historiador
Lexicógrafo gramático
Investigador
Poeta
Residencia
Lebrija
Salamanca
ExtremaduraBolonia
Alcalá de Henares
Movimiento
Humanismo
Lengua Materna
Castellano Medieval
Obras Notables
Gramática Castellana
Diccionario Latino-Español
Educación
Lebrija
Univ. SalamancaUniv. Bolonia
de Nebrija